Hace dos años, la ciudad de Escondido aprobó una ordenanza para castigar a los dueños de casas que alquilaran viviendas a inmigrantes indocumentados. Pero dicha restricción fue rescindida después de que la ordenanza fuese impugnada.
Escondido está tratando de atacar la inmigración ilegal nuevamente mediante el recurso denominado “molestias al orden público”, multando a los residentes por infracciones al código municipal tales como conversiones de garajes a viviendas, graffitis y autos abandonados.
Los funcionarios de Escondido han tomado la aplicación de las leyes migratorias en sus propias manos. Dijeron que luchaban contra la percepción de que Escondido, una ciudad en la zona próspera del norte del Condado de San Diego con una pujante población latina, se ha convertido en destino para indocumentados.
fuente hoyinternet.com
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