Durante la Gran Depresión muchos fueron los que decidieron acabar con sus vidas. Ahora parece que la gente tiene más apego por sus vidas, que las sociedades modernas tienen más recursos o, quizás, que por mucho que nos alarmen la cosa no ha llegado tan lejos, todavía.
Pero la nueva gran crisis ya se ha llevado vidas por delante. Lo cuenta Anderson Cooper en su blog. No consta que ninguno de los CEO´s y consejeros responsables de las que se nos ha caído encima hayan pensado en apretar el gatillo. Sus cuentas corrientes en Suiza deben seguir en buena forma.
Un poeta es alguien que calla. Hugo Mújica
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