No es fácil ser aficionado perico en Barcelona.
El presidente del Barcelona increpa a alguien en el palco. Le dicen, dándole una palmada en hombro, que se calme y da un manotazo. "A mí no me toques."
La imagen es penosa.
Actualización: Laporta, ese hombre que en su día hizo un striptease y se quedó en calzoncillos en un control de un aeropuerto, dice que la culpa es de todos menos del Barcelona...
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