Poco a poco el burrito, esa joya de la cocina tradicional mexicana, va formando, cada vez más, parte importante de mi dieta.
Me estoy acercando peligrosamente al burrito semanal, y eso el cuerpo lo acaba pagando. Son demasiadas calorías para un español acostumbrado a la dieta mediterránea de VIPS. Esta tarde, como penitencia, me quedaré una hora de reloj en el gimnasio.
Esta vez fue en la taquería Cancún, en Mission y 19th, y por una vez me acordé de pedir que no me pusieran salsa picante :)
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