22 nov 2007

Pavo

Ayer me tocó hacer de pinche de cocina y ayudar a mi señora a hacer unas galletas de las de aquí. El resultado más que aceptable, menos mal que yo solamente era el pinche (soy consciente de que el empleo de la palabra "pinche" en un blog que puede ser leído por gente de Mexico no es muy conveniente pero...).

Hoy toca gimnasio para abrir el apetito, no comer y ponerse hasta arriba de comida. Al menos eso es en lo que consiste la tradición, según creo. Al menos mi colega Peter así me lo confirma.

Mañana otra vez al gimnasio.

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