La hemos visto día tras día en las gradas de la piscina olímpica. Cada vez que Michael ganaba un oro allí estaba ella, abriendo desmesuradamente la boca, alucinada de que su retoño hubiese conquistado, una vez más, la gloria.
¿No se les ha hecho muy pesada la visión de la Sra. Phelps? ¿Dónde estaba
el padre de Michael?
Ahora, además, ya tenemos a Debbie Phelps en
anuncios de televisión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario