Todavía estoy por probarlo pero antes o después de daré el gustazo. Por The Mission y barrios aledaños -y supongo que por el resto de la ciudad- se puede ver desde la calle los cafés en los que, en cada mesa, hay un portátil con su respectivo dueño a su vera. Ni que decir tienen que los Mac ganan por goleada. Aquí lo de un Dell es casi de mal gusto. Habría que negociar con la jefa un notebook de Apple... Con la jefa en este caso quiero decir mi mujer.
La última vez que hablamos del tema negociamos -siempre todo sujeto a conseguir un trabajo para el menda- un ordenador de sobremesa, un iMac (todo en uno, con la CPU y la pantalla integradas). Isn´t it cool? Y es que la tienda de Apple del Downtown es toda una tentación para los sentidos.
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